Bienvenido

7 abr 2020






Vamos juntos compañeros.
Vamos juntos compañeros
desde la tierra hasta el cielo.
Como caravana blanca
subiremos la escalera
donde nos deje la luz
una plegaria de aciertos.

Vamos a buscar amor
dejaremos olvidados
todo el odio y la avaricia
la impunidad
la rudeza
de aquellos que siempre oprimen
a los que fueron borrados
del sistema de los buenos.

Formaremos otro espacio
de humanos de mentes nuevas
que aprendan con la consigna
de integridad y conciencia.

Que haya paz en esas almas
y los cuerpos sean nutridos
con alimentos muy frescos
que potencien su cerebro.

Inscriptos en esta empresa
serán sus mentes un voto
donde lo humano se brinde
ante aquel que necesite
lo esencial de su existencia.

Donde habita la igualdad
no hay afanes de poderes.

Beatriz Ojeda Derechos de Autor


SIEMPRE HAY UN EMISARIO
Viene por el camino un emisario bienhechor.
Con su barba crecida
y sus sandalias rotas
viene entonando una plegaria
sacudiendo las sombras.

Y las musas del bosque
traen el vino de la vida eterna
y el pan horneado por sus manos.
Le abrigan los hombros azulados
con el fuego glorioso.
Acunan su descanso con arrullos
y cuando llega la aurora
se esconden tras las ramas.

Avizoran el despertar del mensajero
comenzando otro día de trabajo.
Cantar por los caminos alabanzas
liberar de tristeza almas dolidas
con el verbo sagrado que trasmita
luz de vida a los seres que transitan
esperando el final de esta avenida.

Es él una verdad que siempre brota
del trigo
de la tierra
de las vides
uvas moradas que darán el vino
que consagra las mañanas de victoria

Pregonando su salmo
canta loas al mundo que lo ignora
y consigna palabras desde el cielo
cubriendo con su fuerza redentora
las inmorales almas que transitan
intentando salvarse con un rezo.

Con su cayado a cuestas
y sus sandalias rotas
subirá hasta la cumbre del silencio
para pedir perdón por los humanos.

El infierno está cerca y desafiante
con sus dientes filosos y arrogantes

No habrá alimaña que le impida
desgarrar sus vestidos y su carne
en pos de iluminar
a los que aman
la luz de los que son bondad y dulce
en todos los caminos que se hallen.

Es su sello de guía el que ha quedado
entre los pastizales de la historia
en la grietas del árbol que proclama
por infinitos tiempos su palabra.

Su amor universal será un adagio
para el que escuche
para el que brille con luz de soberano
en esta tierra desheredada de justicia.

Siempre habrá otro emisario transitando
con sus cayado a cuestas
y sus sandalias rotas
surtiendo dignas vides en la aurora
que siempre ha despertado esplendorosa.

BEATRIZ OJEDA
DERECHOS RESERVADOS


MURIENDO DE PENA Y LLANTO


Mi corazón confundido
busca luz en la alborada
un agujero dolido
crece contando sus ansias.

La aurora lleva en su alma
caparazón de nostalgias
escrito está en su libreto
el amor que nunca canta.

La noche fría de escarcha
apenitas se levanta
tiene en sus huesos roídos
toda la angustia de mi alma.

¿Cómo haré para olvidarte
si tengo tus ojos negros
incrustados en mi pecho
bordados con seda blanca?

¿Qué haré si tengo en mis manos
la fragancia de tus senos
quemándome como brasa
a pesar de la distancia?

¿Por qué te fuiste una noche
sin esperar mis abrazos
dejaste mi corazón
sin sangre que lo animara?

Soy un fantasma buscando
tus ojos negros avaros
dime amada dónde has ido
que muero de pena y llanto.

Beatriz Ojeda
Derechos Reservados

El universo observa con los ojos cansados



El universo observa con los ojos cansados


Cae sobre la tierra la sombra de las mañas
del codicioso humano
ese que no renuncia al poder desquiciado.

La lluvia de verano solloza entre las sábanas
de la trillada historia vestida de artimañas.
Se ha sellado la puerta de la oportunidad
Blasfemias y maltratos descienden sobre el arco
de los soles ahumados.

El universo asqueado envió a sus soldados
munidos de sustancias plagadas de gusanos.
Asedia la miseria los pueblos asustados.
El silencio se hospeda en el pretil del antro.
Está rota la esencia de los que mutilaron
el planeta que observa con los ojos cansados.

Tiembla la espera
roza su pena
la espina que se empeña
en lastimar el alma de aquellos que forjaron
la depresión del canto.

La tormenta retoza en todas las moradas.
Aumenta la punzada de la cuchilla alzada
y la pandemia arrasa
destruye
enferma
mata.
Estamos atrapados
sorprendidos
turbados.
La risa se ha dormido en la cueva del alma.

Hay monstruos instalados en su trono profano
esgrimiendo su sable como dioses labrados.
Solo habita en su esencia el cálculo dictado
por la horda maldita de los necios villanos.

Una guerra siniestra sin misiles ni bombas
una guerra penetra
silenciosa
en las extremidades del tiempo devastado.

Quizás después del duelo que detona
en las turbias estrecheces hediondas
algunos puedan ver una luz solidaria.
Quizás quien sobreviva revisará sus actos
y fundará su esencia con nuevos paradigmas.



Beatriz Ojeda Derechos Reservados

9 feb 2019



¿Dónde estoy y quién soy?

A la piedra perdida no le duele la muerte
el no sentir dolor la hace omnipotente
y se queda dormida esperando el oriente.

Si el dolor de estar vivo, confundido, impotente
se mudara a la fuente de los ciegos espectros
todo cierto sería un fraude purulento.

Si reír es un verbo de cuatro letras vivas
y morir es un verbo de cinco letras muertas
cuál verdad es morir si reír es un cuento.

Levantarse y reír en este mundo incierto
saludar al paseante que puede ser un muerto
es la gran ceremonia que afirma lo hipotético

Loca estoy en mi rueda que circula sin pena
es amor o es dolor lo que vive en mi centro
si no se dónde está la puerta del acierto

El infierno es auténtico calor para los huesos
el edén no nos dice que placer nos espera
¿Dónde está la verdad de la vida presente
o es la muerte la suerte de la vida que miente?


Y me espera la nieve que recorre la esencia
revelando temblores en mi alma aturdida
Dónde estoy y quién soy me pregunto perpleja
convulsiones burlonas estremecen mi cuerpo.


Beatriz Ojeda
Derechos Reservados