¿Dónde
estoy y quién soy?
A la piedra perdida
no le duele la muerte
el no sentir dolor
la hace omnipotente
y se queda dormida
esperando el oriente.
Si el dolor de
estar vivo, confundido, impotente
se mudara a la
fuente de los ciegos espectros
todo cierto sería
un fraude purulento.
Si reír es un verbo
de cuatro letras vivas
y morir es un verbo
de cinco letras muertas
cuál verdad es
morir si reír es un cuento.
Levantarse y reír
en este mundo incierto
saludar al paseante
que puede ser un muerto
es la gran ceremonia
que afirma lo hipotético
Loca estoy en mi
rueda que circula sin pena
es amor o es dolor
lo que vive en mi centro
si no se dónde está
la puerta del acierto
El infierno es auténtico
calor para los huesos
el edén no nos dice
que placer nos espera
¿Dónde está la
verdad de la vida presente
o es la muerte la
suerte de la vida que miente?
Y me espera la
nieve que recorre la esencia
revelando temblores
en mi alma aturdida
Dónde estoy y quién
soy me pregunto perpleja
convulsiones burlonas
estremecen mi cuerpo.
Beatriz Ojeda
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