Pasan mis inviernos
marchitándome con azules mariposas
Egocéntricos escarchados raptores
se han llevado mis entrañas
y subsiste un esqueleto con jirones de mi cuerpo.
Gélidos mutantes se reportan ante mí
para verme sonreír con cuatro dientes.
Esa parte de la vida se ha quedado en la memoria
incitándome a mirarla de reojo
y no sé qué es realidad
o soy la renta
de la alterada perspectiva de mi misma.
Permaneciendo sumergida en este pozo,
pierdo la identidad,
me regodeo en el silencio y me pregunto,
cuándo auxilia la indiscutible realidad
o quizás esta vez, está de viaje.
5 comentarios:
Qué maravillosa manera de describir el dolor, la soledad, la ausencia, la nostalgia...
Besos
cuantos inviernos en uno se pueden descolgar de tus versos
algunos aún perduran y se anquilosan profundamente
felicitaciones Bea querida
muchas gracias querida Amelia.
ES UN PLACER RECIBIR TU VISITA EN MIS POEMAS
MIL BESOS
QUERIDA ELI, ME HE DELEITADO CON TU POESÍA.
GRACIAS POR TU VISITA
MIL BESOS
BEATRIZ
Dulce dolor , hermosa soledad a veces ayudan a continuar, es un poema profundamente hermoso.
Felicidades
Un beso
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