Levanto esta copa de mi brindis,
por este tiempo viejo que ya estorba,
lo derrito / lo enfrío / lo sepulto
y le pongo una flor a su partida.
Tiempo que recorrió mis venas,
cuando tus tacos sonaban,
en la vieja escalera
agitando mi corazón de espera.
Cada domingo aguardaba tu regreso,
en ese cuarto de hotel
donde la cama solitaria revivía,
sólo por vernos juntos
y sentir los gemidos de la vida.
Ayer…llegaste triste,
tus ojos anunciaban despedida,
como una mariposa cristalina
te quedaste en mis brazos,
con el último aleteo de tu vida.
5 comentarios:
Querida Beatriz...
¡HERMOSOS VERSOS!
Es un placer leerte me deja el alma en vuelo, con la manera de expresar tus decires.
Gracias amiga por compartir tu poesía.
Un gran abrazo con todo mi cariño.
Sinceramente
Irene
Bellos versos.
Me alegro mucho haber llegado a tu blog. Me quedo y lo enlazo con el mío.
Un beso amiga.
Sí, llegué ahogado de calor y con el corazón turbado...Abrazos, mi poetisa...
Preciosas letras que forman un maravilloso poema.
Tienes una forma de expresar que no todos saben, por ello te felicito.
Un abrazo
el ritmo que le imprimiste a estos cuartetos es impecable
me ha gustado mucho
besitos y buena semana
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