Herido el corazón por dos tijeras
surtía de color la tierra negra.
brotaba su caudal con desespero
luchando por callar su desconsuelo.
Tenía sus dos manos en el hueco
inhabitado ya de su sentencia.
Apresaba a la muerte en su trinchera
conteniendo el aliento con esmero.
Hilado rojo su tejido nuevo
parapetado en su pecho seco
hilado que atrapaba su esperanza
de continuar latiendo aunque esté ausente
El hombre miró al cielo conjugando
un verbo nuevo que escolte su quimera
vivir un tiempo más sin corazón
pero vivir al fin otro momento.
Es ése su deseo pordiosero
su libertad de pájaro jilguero
escrita en la ventana del silencio
colgando un corazón que va muriendo.
2 comentarios:
Se me fue el comentario. Te decía que es muy lindo tu poema. Tus palabras inspiran sentimientos, tus palabras encadenadas con ritmo y sonido.
Me gustó mucho.
Un saludo
MUCHAS GRACIAS AMIGA POR VISITARME
MIL BESOS DE LUZ
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