He tenido que sufrir los embates
del desierto…arena y sol,
sed de impaciencia.
Ahora sé que la primera vez
es una historia repetida.
Primera es la estación del nacimiento
y luego hay otras…
otras primeras estaciones de la vida.
Hay que empezar de nuevo
con la certeza de saber
que siempre,
se está corriendo tras un sueño
y ser más rápido que el tiempo,
para atrapar el sueño y realizarlo,
concretarlo y amarlo como a un hijo
alimentarlo con fe,
con toda el alma,
para que vuele al sol con luz de verbo,
que no se apaga,
que se conserva en los cimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario