Eras
un hombre sin fronteras
tenías
en tu cuerpo mil dolores
disolviendo
tu alma aventurera.
Enarbolabas
luz y sueños viejos
que
se fueron durmiendo entre tus palmas.
Acariciaste
el sol en una primavera
cuando
tus pies hallaron
la
voz de tus anhelos.
Descubriste
que el mar era un eterno paraíso
bordado
de luciérnagas misteriosas
destellando
en el cosmos
y
te subiste al barco de los que viajan lejos
sin
maletas ni trajes de etiqueta.
Querías
abrazar la vida entera
con
tus cien brazos de amor
desplegados
al cielo.
Y
te quedaste solo en el intento
El
tiempo de la luna nacarada de aromas
gastó
toda su esencia
en
la espera.
y
borró de su lista tu nombre sin fronteras.
Te
has quedado vacío de sorpresas
olvidaste
que el sol ilumina las calles
de
aquellos que profesan el verdadero arte
de
amar con toda el alma hasta el final del juego
No
es suficiente amar
para
atraer a Venus.
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