5 oct 2017
22 sept 2017
Viento de pasión. Amor secreto.
Luz de ilusión parafraseando besos.
Olvida.
El aleluya se muere de tristeza
cuando las aves vuelan
sin rumbo cierto
y agoniza la flor del sentimiento.
Puro y sereno
flota el amor sobre el invento.
Cruzar la calle
ver los relámpagos del riesgo.
Vivir con ello.
Salir a la aventura ciega
dilucidar lo nuevo
con los ojos abiertos
atentos
y el amor repleto de argumentos
rotundos
conjurados
por si la risa se apodera del esmero.
El corazón mana conciertos.
Brilla el desierto
la flor de cactus se abandona
ante el embate de una boca.
Espinas rotas. Sangre que brota.
Pasión que explica el regocijo de los sueños.
Beatriz Ojeda
Derechos Reservados
DESNUDA DE CARIÑO
DESNUDA
DE CARIÑO
La
vida se ha llevado mis canciones
sola
desnuda de cariño
despojada de tiempos delirantes
siento pasar los días extinguiéndome
tras la neblina gris
sin oír el trinar de un nuevo aliento
Sola
recorro las aceras del fracaso
sin una luz encendida entre mis párpados.
Beatriz Ojeda
sola
desnuda de cariño
despojada de tiempos delirantes
siento pasar los días extinguiéndome
tras la neblina gris
sin oír el trinar de un nuevo aliento
Sola
recorro las aceras del fracaso
sin una luz encendida entre mis párpados.
Beatriz Ojeda
ESTOY TRISTE
Estoy triste
Tanta
tristeza añeja enredando mi destino
tanta
que
no puedo liberarla
Nuevos
capullos de lamentos emigrando
perciben
la indecencia de mi llanto
mis
lágrimas escritas en mis ímpetus
de
amarga permanencia en este fango.
Reniego
del verdugo que ha rascado mis ancestrales tiempos
poblados
de tormentos lacerantes.
Como
cuchilla aguda en la carne endeble
jugaba
entre los pinos cada noche infausta
y
escarbaba con furor mi alma herida
desgarrada
de congoja por tu ida..
Calvario que me habita cada noche
sin
poder escaparme a los reproches.
Lloro
mi sol naciente
mi
primavera tibia
mi
clarín de pasión
Mi
¡Viva el cielo que me mira!
mi
abierto corazón surgiendo pleno
a
recibir los gozos que avanzaron incrédulos
hasta
mis pies descalzos
Vida
que no me deja subir sola
los
peldaños del amor y del proyecto
Vida
que me destierra a otras esferas
intentando
lapidar mis esperanzas
mi
fe
mi
canto
mi
alegría subida en el carruaje de los autorizados
a la
risa.
Más
nadie me explicó que el sueño es bello
que
es una caricia de momentos
que
hay siglos para todas las maldades
si
avizora la parca el despropósito.
Cómo
aspirar el aire de los vivos
los
amados
deseados
preferidos
cómo
pensar que hay un infinito abierto
si
nunca me ha dejado la maestra
reír
con toda el alma por mi fiesta.
Sólo
un mar de gotas se desborda
y
acorralan mi cuerpo sin amparo.
Cuánta
tristeza viene transitando
hundiéndome
en el infierno de mis años
Mis
años sin un brazo que me arrope
sin
una mano tierna que me roce
Silenciosas
mis noches se refugian
y no
escuchan mis lágrimas ajadas.
¡Vida!
Extiende
tus dos manos generosas
y
dame un vino más que me provoque
sonrisas
y alborozos
delirios
y entusiasmo
aleluyas
de amor que permanezcan vivas
en
este corazón tan rechazado.
Beatriz Ojeda
ME OLVIDÉ DE VIVIR
Me olvidé de vivir
Me
olvidé de mi esencia
de
mi pasión
de
mis anhelos
y
viví con la mirada en el hueco de los otros
los
que nunca me quisieron en sus basas
y alteraron las verdades
con gemidos
de mentiras.
Indiferencia
corrompida hasta los tuétanos
Indiferencia
cruel que acuchilla mis mañanas
y me
deja sangrando gota a gota
lacerada
hasta la noche
donde
el frío se arrodilla en mi ventana
y me
mira con sus ojos de congoja.
Ese
frío compañero de mi vida
se
recuesta en los faldones de mi alcoba
enlazando
mi mirada con tinieblas.
Cuán
oscura y decadente está la fuente
de los sueños que esperaron por plasmarse
esos sueños que corrieron en las noches
intentando
encontrar nuevos amores
Esos
sueños del arcón que siempre triunfa
se han trabado en los palcos de la parca.
Tú
no sabes el dolor que se ha instalado
en
las trenzas de mi alma
despojada
de
la guardia que cuidaba mis andanzas.
Yo
fui libre unos días esperando
que
las llagas del otoño disiparan
esta
suerte maldita y hechicera
con
tus dulces y gentiles expresiones.
Más
los sueños que esperaron por plasmarse
se
durmieron en las meandros de la noche.
Otra
vez mi mirada está vacía
y no
ve ningún motivo para entrar
en
el círculo de aquellos que se pueblan
con
amores y cantares celebrando
la
ascendida del amor con su constancia
No
es un juego repetir las ilusiones
no
es un juego gritar en los balcones
que
la grieta hendida en mis amores
va estallando con furia proyectada
en
mis ojos manchados de locura.
Me
olvidé de vivir
descuidé
mis primaveras sin retorno
mi
tiempo de sentir todos los rostros
los
sueños que se fueron en sus trenes
y
nunca volverán
porque
están muertos .
Beatriz Ojeda
Derechos Reservados
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