busco en la inmensidad del cielo
y me surto de voces celestiales
que embriagarán mis noches
resonando en mi alma que despliega su llama
como sabe el licor de la abundancia.
Abundancia de amores que declaman
e interpretan su danza primitiva.
La auténtica razón de su existencia
las verdades escritas en sus páginas
no son reconocidas como ciertas.
Han borrado las letras del libro de los gozos
conspicuos e inmorales desenfrenos.
Las almas se acreditan en un sobre
el juego del placer libidinoso.
Y mi alma me alerta de los riesgos
de comprar en las tiendas donde ofertan.
Es un juego mentiroso arriesgar el corazón
a sufrir los embates del dolor.
El amor está inscripto en los libros de los buenos
son rubores sensaciones imperiales
conjunciones de emociones
sol que brilla en la ribera
Cada cosa creada tiene un fin en sus gradas.
BEATRIZ OJEDA