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16 oct 2012

ESTOY SUMANDO AMOR




ESTOY SUMANDO AMOR

A veces
mi amor por ti se esconde
se trepa en una estrella
la corteja
la conquista
la endosa a su cartera.
A veces
seduce algún lucero
lo persuade
lo inaugura
lo endosa a su cartera.
Se sube a una promesa
sorbiendo en los rosales
el  líquido elixir de sus eventos.
Descubre algún suspiro inexplorado
lo agasaja
y lo convierte en alma.
A veces
te miro sin sustancia
aún no he regresado
estoy sumando amor
en los espacios inventados
para los que aman más
que los humanos.

Por eso si me notas ausente
no creas que te dejo
no creas que no vuelvo
aún quedan más historias
en el jardín del cielo
y yo quiero tomarlas
cada vez que recuerdo
que no alcanzan las flores
para el amor eterno.
A veces estoy solo
en mi mundo de asombros.
No interpretes que ya     no existen más esmeros.
Es que tanto te amo
que no alcanzan los signos
compuestos en la tierra
para decir
te adoro.

Beatriz Ojeda
Derechos Reservados








15 sept 2011

GUARDO PARA TI

 

 


GUARDO PARA TI



Guardo para ti

un mar de luces

una ventana de descaro

un invasor de puertas

una gestión abierta

un Dios

un par de manos.

Guardo para ti

un plan de astucia

una ración de dulces

una poción de amores

un corazón activo

un sol

para tu cuarto.

Guardo para ti

un fin de viajes

una mirada enamorada

un esplendor de cielo

una ilusión encinta

una pasión

para tu alma.

 

 

Beatriz Ojeda

copyright 2008

Derechos reservados

27 sept 2010

DESDE EL SURCO DE LA LÁGRIMA PERDIDA



Hoy soy una luz renuevo, de sol, de luna y luceros,


revelada en la carpeta descubierta de los sabios.

He venido a vivir con mi salario de amores encontrados.

He venido a sortear todas las rocas despertadas.

He venido desde el surco de la lágrima perdida,

desde la risa encantadora que refresca las mañanas.



Hoy sé que la tierra tiene sombras que atormentan

y luces desangradas que oscurecen sus ojeras.

He venido a suprimir la oscuridad de mi alma encapsulada.

He venido a iluminar mis ojos como antaño.

He venido a perdonar mis pasos infecundos,

trasmutando mis mansiones abundantes de protesta.