Bienvenido

22 sept 2017





 EL CORAZÓN MANA CONCIERTOS

Viento de pasión. Amor secreto.
Luz de ilusión parafraseando besos.
Olvida.
El aleluya se muere de tristeza
cuando las aves vuelan
sin rumbo cierto
y agoniza la flor del sentimiento.
Puro y sereno
flota el amor sobre el invento.
Cruzar la calle
ver los relámpagos del riesgo.
Vivir con ello.
Salir a la aventura ciega
dilucidar lo nuevo
con los ojos abiertos
atentos
y el amor repleto de argumentos
rotundos
conjurados
por si la risa se apodera del esmero.
El corazón mana conciertos.
Brilla el desierto
la flor de cactus se abandona
ante el embate de una boca.
Espinas rotas. Sangre que brota.
Pasión que explica el regocijo de los sueños.

Beatriz Ojeda
Derechos Reservados



DESNUDA DE CARIÑO



DESNUDA DE CARIÑO

La vida se ha llevado mis canciones
sola
desnuda de cariño
despojada de tiempos delirantes
siento pasar los días extinguiéndome
tras la neblina gris
sin oír el trinar de un nuevo aliento
Sola
recorro las aceras del fracaso
sin una luz encendida entre mis párpados.

Beatriz Ojeda

ESTOY TRISTE



                           


  Estoy triste

Tanta tristeza añeja enredando mi destino
tanta
que no puedo liberarla
Nuevos capullos de lamentos emigrando
perciben la indecencia de mi llanto
mis lágrimas escritas en  mis ímpetus
de amarga permanencia en este fango.

Reniego del verdugo que ha rascado mis ancestrales tiempos
poblados de tormentos lacerantes.
Como cuchilla aguda en la carne endeble
jugaba entre los pinos cada noche infausta
y escarbaba con furor mi alma herida
desgarrada de congoja por tu ida..

 Calvario que me habita cada noche
sin poder escaparme a los reproches.
Lloro mi sol naciente
mi primavera tibia
mi clarín de pasión
Mi ¡Viva el cielo que me mira!
mi abierto corazón surgiendo pleno
a recibir los gozos que avanzaron incrédulos
hasta mis pies descalzos

Vida que no me deja subir sola
los peldaños del amor y del proyecto
Vida que me destierra a otras esferas
intentando lapidar mis esperanzas
mi fe
mi canto
mi alegría subida en el carruaje de los autorizados
a la risa.

Más nadie me explicó que el sueño es bello
que es una caricia de momentos
que hay siglos para todas las maldades
si avizora la parca el despropósito.

Cómo aspirar el aire de los vivos
los amados
deseados
preferidos
cómo pensar que hay un infinito abierto
si nunca me ha dejado la maestra
reír con toda el alma por mi fiesta.

Sólo un mar de gotas se desborda
y acorralan mi cuerpo sin amparo.
Cuánta tristeza viene transitando
hundiéndome en el infierno de mis años
Mis años sin un brazo que me arrope
sin una mano tierna que me roce
Silenciosas mis noches se refugian
y no escuchan mis lágrimas ajadas.
¡Vida!
Extiende tus dos manos generosas
y dame un vino más que me provoque
sonrisas y alborozos
delirios y entusiasmo
aleluyas de amor que permanezcan vivas
en este corazón tan rechazado.



Beatriz Ojeda





ME OLVIDÉ DE VIVIR


                             Me olvidé de vivir


Me olvidé de mi esencia
de mi pasión
de mis anhelos
y viví con la mirada en el hueco de los otros
los que nunca me quisieron en sus basas
y  alteraron las verdades
con gemidos de mentiras.

Indiferencia corrompida hasta los tuétanos
Indiferencia cruel que acuchilla mis mañanas
y me deja sangrando gota a gota
lacerada hasta la noche
donde el frío se arrodilla en mi ventana
y me mira con sus ojos de congoja.

Ese frío compañero de mi vida 
se recuesta en los faldones de mi alcoba
enlazando mi mirada con tinieblas.

Cuán oscura y decadente está la fuente
de  los sueños que esperaron por plasmarse
 esos sueños que corrieron en las noches
intentando encontrar nuevos amores
Esos sueños del arcón que siempre triunfa
 se han trabado en los palcos de la parca.
Tú no sabes el dolor que se ha instalado
en las trenzas de mi alma
 despojada
de la guardia que cuidaba mis andanzas.

Yo fui libre unos días esperando
que las llagas del otoño disiparan
esta suerte maldita y hechicera
con tus dulces y gentiles expresiones.

Más los sueños que esperaron por plasmarse
se durmieron en las meandros de la noche.
Otra vez mi mirada está vacía
y no ve ningún motivo para entrar
en el círculo de aquellos que se pueblan
con amores y cantares celebrando
la ascendida del amor con su constancia

No es un juego repetir las ilusiones
no es un juego gritar en los balcones
que la grieta hendida en mis amores
 va estallando con furia proyectada
en mis ojos manchados de locura.

Me olvidé de vivir
descuidé mis primaveras sin retorno
mi tiempo de sentir todos los rostros
los sueños que se fueron en sus trenes
y nunca volverán
porque están muertos .

Beatriz Ojeda
 Derechos Reservados