Estático rostro enigmático
ojos desorbitados
fijos
en la vaciedad
estancada en la pared.
Nada es
nada huele ni duele
sólo las cicatrices de su alma
reportan vida.
Perdida en el océano turbulento
su mente gira
a veces grita y llora
a veces se recluye en su mutismo
y se hamaca abrazado
a sus dos piernas desteñidas.
Recorre en su silencio los recuerdos
alienados
amotinados
desesperados.
Afianzado en la tierra tangible
debuta en el cielo
partido en dos.
Sin saberlo
camina la vida en dos universos.
Lamento de cuerdos
se escuchan al viento.
Locura está libre
embaucando
esquivos
nostálgicos
cautivos
deshabitados rendidos .