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26 ene 2018

El camino



EL CAMINO

Hoy cuidaré la sombra cristalina
que inscribe en su pantalla mis talentos.
Ella viene conmigo desde la integridad del cielo
desde la cerúlea cabellera de mi río
que ondula entre las rocas primigenias
y corta con sus hilos cada rémora.

No seré una mordida más de los demonios.
No hay tiempo para armar otra odisea.
Es el final aquí  en este tiempo
es el final de mí
de mi amarga existencia entre los nulos .

Voy a beber el agua de inmanencia
liberada al sabor de los aciertos.
Caminaré desnuda por el pretil del tiempo.
Abrazaré la luna y besaré luceros.
Me hamacaré en el viento
libre como mis sueños de viajera.

De rodillas caeré en el amplio verano
de los que nos llamamos almas íntegras.
de rodillas diré que estoy abierta
a vivir con la luz de mis espejos.

La tierra me ha dejado sin clausura
sin espantos
sin angustias
sin duelo.
Ella se ha adueñado de estos velos
para desheredarme de sus cuerpos.

He liberado a los pies de los templarios
rencores
semillas de odio viejo
y el betún de la envidia
que mancha las puntillas de las niñas.

Mi alma brilla blanca y exultante
ya no tengo mochilas en mi espalda.

Todo el sabor a fruta fresca
se aposentó en mis labios rojos
y humedeció mi sangre autóctona
para alumbrar en nuevos templos.

Templos de libertad
de gozo
de sapiencia
templos donde la paz escribe versos.

Allí no se deprimen las magnolias
ni se escucha el gemido del que muere.
Encubiertos en el borde del silencio
los versos esperaron mi regreso
para volar al tiempo de los prósperos.

Hoy mi sombra se acerca a mi plegaria
fusiona su silueta con la mía
y somos una sola con el canto
de los que tienen sol en sus acentos.

Voy camino hacia la gruta de los sabios
a desempolvar los libros ebrios
que poblarán de nuevo mis haciendas
donándome trofeos de sosiego
para alcanzar al fin la trascendencia.

Beatriz Ojeda
Derechos Reservados






20 dic 2017

Ya no estás en la brasa de mi hoguera



YA NO ESTÁS EN LA BRASA DE MI HOGUERA

Tengo que arruinarte la alborada
continuar mi camino depredando
tus argucias deslindadas
tu muestrario de violencia.

Has venido a apreciar tu despropósito.
Cuánto tengo que sufrir con tu presencia
si no acepto más nada de este encuentro
revestido de artificios sempiternos.

Tengo que olvidarme de tu engaño
de tus labios disfrazados de dulzura
Alterar el sendero de mis pasos
reanudar mis quehaceres luminosos.

Has vendido tu alma a los demonios
por un trago de placer adulterado.
Ya no estás en la brasa de mi hoguera
aunque aúlles implorando mi clemencia.



 Beatriz Ojeda
Derechos Reservados


YO TE ESPERO EN MIS SUEÑOS

Gritar y gritar y gritar
con los ojos abiertos
con el cielo despierto
esperando un suspiro
del destino harapiento.

Yo te espero en mis sueños
convertida en un trueno
que se expresa en mi vuelo
de ansiedades sin freno.

Gritar y gritar y gritar
con la voz de un te quiero
que te anhelo
que me muero
devorada de fuego
y te aguardo sin velo
aunque el viento no lleve
mis amores sedientos
al lugar que te enciende.

Gritar el desamor
con aullidos bordados de tristeza.
Gritar la vida
que se hospeda en el ingenio
consumirme en el juego de los ciegos
y morirme de amor
con tus destellos.
Subir a la cornisa de los sueños
y pedirle a la luna
un brillo desmedido
que acredite el encuentro
Amor
se está vistiendo el sol
para el evento.

Beatriz Ojeda
DERECHOS RESERVADOS


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18 oct 2017

CAMINO SILENCIOSA, SOLITARIA





Camino silenciosa, solitaria,
manos en los bolsillos escondiendo
la flor que me has dejado de regalo.
Me has dicho que tu viaje
es un nuevo mirasol que has encontrado.
Que todo lo que empieza se termina
que el tiempo del amor se ha rescindido.
Vacío está tu cuerpo de emociones
y tienes inquietudes  excitantes
con otras primaveras seductoras.
No me duele tu ausencia
sola escuchando mis pasos
reflexiono.
Sabido es que en este espacio
nacemos y morimos sin enmienda.
La semilla que plantamos crece
da sus frutos y se muere.
El amor es igual aunque nos duela
atesoro lo bueno, lo que brilla
y apago con un soplo el candil de lo perdido

BEATRIZ OJEDA
DERECHOS RESERVADOS



BUSCANDO ALEGRÍA






- BUSCANDO ALEGRÍA

Si pudieras encontrar lo verdadero,
pondrías color en cada piedra
y entrarías en el mundo de los sueños,
a buscar alegría en los refugios.

Ya no logras perdonar las invenciones,
reveladas están en tu memoria.
Las imágenes se hospedaron,
selladas a tus ojos
y te han dejado ciega de confianza.

Cómo creer en una fantasía,
si te ha dejado la vida tantas marcas,
por volver a sentir el corazón acelerado.
Buscabas sin cesar un hombre que te amara.

Confiabas en palabras lisonjeras
y siempre repetías las historias.
Sola te quedabas esperando que llegara
otra vez la esperanza a liberarte del recelo.


 Beatriz Ojeda
Derechos Reservados