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20 dic 2017

Ya no estás en la brasa de mi hoguera



YA NO ESTÁS EN LA BRASA DE MI HOGUERA

Tengo que arruinarte la alborada
continuar mi camino depredando
tus argucias deslindadas
tu muestrario de violencia.

Has venido a apreciar tu despropósito.
Cuánto tengo que sufrir con tu presencia
si no acepto más nada de este encuentro
revestido de artificios sempiternos.

Tengo que olvidarme de tu engaño
de tus labios disfrazados de dulzura
Alterar el sendero de mis pasos
reanudar mis quehaceres luminosos.

Has vendido tu alma a los demonios
por un trago de placer adulterado.
Ya no estás en la brasa de mi hoguera
aunque aúlles implorando mi clemencia.



 Beatriz Ojeda
Derechos Reservados


YO TE ESPERO EN MIS SUEÑOS

Gritar y gritar y gritar
con los ojos abiertos
con el cielo despierto
esperando un suspiro
del destino harapiento.

Yo te espero en mis sueños
convertida en un trueno
que se expresa en mi vuelo
de ansiedades sin freno.

Gritar y gritar y gritar
con la voz de un te quiero
que te anhelo
que me muero
devorada de fuego
y te aguardo sin velo
aunque el viento no lleve
mis amores sedientos
al lugar que te enciende.

Gritar el desamor
con aullidos bordados de tristeza.
Gritar la vida
que se hospeda en el ingenio
consumirme en el juego de los ciegos
y morirme de amor
con tus destellos.
Subir a la cornisa de los sueños
y pedirle a la luna
un brillo desmedido
que acredite el encuentro
Amor
se está vistiendo el sol
para el evento.

Beatriz Ojeda
DERECHOS RESERVADOS


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18 oct 2017

CAMINO SILENCIOSA, SOLITARIA





Camino silenciosa, solitaria,
manos en los bolsillos escondiendo
la flor que me has dejado de regalo.
Me has dicho que tu viaje
es un nuevo mirasol que has encontrado.
Que todo lo que empieza se termina
que el tiempo del amor se ha rescindido.
Vacío está tu cuerpo de emociones
y tienes inquietudes  excitantes
con otras primaveras seductoras.
No me duele tu ausencia
sola escuchando mis pasos
reflexiono.
Sabido es que en este espacio
nacemos y morimos sin enmienda.
La semilla que plantamos crece
da sus frutos y se muere.
El amor es igual aunque nos duela
atesoro lo bueno, lo que brilla
y apago con un soplo el candil de lo perdido

BEATRIZ OJEDA
DERECHOS RESERVADOS



BUSCANDO ALEGRÍA






- BUSCANDO ALEGRÍA

Si pudieras encontrar lo verdadero,
pondrías color en cada piedra
y entrarías en el mundo de los sueños,
a buscar alegría en los refugios.

Ya no logras perdonar las invenciones,
reveladas están en tu memoria.
Las imágenes se hospedaron,
selladas a tus ojos
y te han dejado ciega de confianza.

Cómo creer en una fantasía,
si te ha dejado la vida tantas marcas,
por volver a sentir el corazón acelerado.
Buscabas sin cesar un hombre que te amara.

Confiabas en palabras lisonjeras
y siempre repetías las historias.
Sola te quedabas esperando que llegara
otra vez la esperanza a liberarte del recelo.


 Beatriz Ojeda
Derechos Reservados


BLANCA Y HELADA SOMBRA



BLANCA Y HELADA SOMBRA

Tenías en tus labios una mueca
apenas una línea pintada en la condena.
Llevabas un vestido bordado con geranios
blanco como tu piel
blanco y helado.
Deambulabas sin rumbo con los ojos llorados
con el alma atrapada entre el amor y el odio.
Un carbón de dolor emergía de tu pecho.
El sol no sonreía
las nubes se escondían detrás de la neblina
y lágrimas marchitas mojaban tu alegría.
Habías construido un mundo ilusionado.
Te dejaste engañar por su señor encanto
y no pudiste ver que detrás de su hechizo
habitaba la sombra del demonio embustero
y creíste en sus besos
sus promesas
sus ruegos.
Te vestiste de encaje y una flor en el pelo.
Era el día nupcial que lucía su atuendo.
Llegaste en tu carruaje embriagada de cielo
descendiste princesa acariciando el velo
y transitaste erguida por el pasillo egregio.
Permaneciste allí esperando a tu amado
el reloj impertérrito iba cantando horas.
Sólo tu sombra gris resistía en silencio
con la ilusión de ver aparecer tu sueño.
Era la noche ya.
Era el ocaso triste de un tiempo que ha partido.
Caminaste aturdida en tu verdad mentida.
Desde entonces deambulas por la calle vestida
con tu traje de encaje y geranios marchitos
Blanca y helada sombra atravesando días.

BEATRIZ OJEDA
DERECHOS RESERVADOS