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20 ene 2009

YO el SUPREMO AVARO














Cuadro siniestro
entradas al invierno de los vivos
estallan surtidores de avaricia
y despueblan la tierra
con sus manos manchadas de ignominia.

Somos un número en su programa
sólo un número sin corazón ni alma
máquinas de hueso y carne anestesiada
que ellos dirigen con sus chips minúsculos.
Y no sabemos nada del conducto
que proporciona informes cada instante
cada suspiro debilidad o fuerza
se registra en el ordenador vigía.

Y así vamos cayendo
desangrados
despojados
resignados
creyendo que es un karma
un castigo de Dios
una ironía de Satán
y nos quedamos quietos
caminando la vida como autómatas
¡¡¡Despierten!!!!!!!
¡No somos eso!
Hay en el alma una fuerza sin medida
En nuestra mente tormentas que se agitan
que nos liberan de sus ácaros.
No  no se rindan
la Luz interna ya viene despertando
mostrando al viento   a la montaña
que las campanas pueden tañer
con nuestro empeño.

Hay que inventar una manera de salvar este planeta
con una pluma
con millones de versos
que recorran los cielos
diciendo que podemos con mucho AMOR
desafinar los acordes de los déspotas.
Y no seremos  no  tan inocentes
Gritemos nuestro nombre y apellido
para anular de ese programa
los numeritos que despojan nuestra esencia.










4 comentarios:

lichazul dijo...

la guerra el tremendo negocio que les reporta a estos señores
nosotros no somos más que mera carne de cañon para ellos

Un abracito de luz

Maite Martín-Camuñas dijo...

Querida amiga Beatriz, este poema impresiona y deja la mente aleta y pensando si no será cierto que el tan manido "gran hermano" no estará ya entre nosotros.
Un placer y voy a crear un link desde mi foro si te parece bien, espero que me contestes para saberlo.
Un abrazo

Señor De la Vega dijo...

Poema intenso y real por ser mirada de lo cierto, sin ser mentira de nuestros propios miedos.
Dejar de ser número primo, es tan difícil como ser constante.

Veo mi Señora Beatriz, que la frecuenta mi admirada Elisa, y no me extraña.
Gracias por su lista de música árabe, se lo agradezco.
Pasearé por su balcón, hasta que la sed de conocer, sacie al sediento.
Suyo, Z+-----

Roberto Santanmaría dijo...

Hola Beatriz; Feliz año 2010

Después de pasearme por tu blog y leer varios hermosos poemas, me quedo con este, por el impresionante impacto que me ha causado, un esplendido poema que es un grito de rebelión contra los señores de la guerra y que en cada uno de sus versos, invitan a romper para siempre "el silencio de los corderos".

Ha sido un placer dejar mi humilde huella en este bello espacio poético al que volveré.
Te deseo un feliz año nuevo lleno de felicidad salud y ventura.

Un abrazo

Roberto