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2 jul 2008

Geometría confundida

Horizontales
paralelos
ensamblados;
nuestros cuerpos.

Horizontales,
paralelos,
flexionamos la recta
curvándola hacia el cielo,
guiando la destreza
del arquero.

Paralelos,
envueltos en denuncias
dirigidas,
al asombrado llanto
de las rectas,
Ruego de curva
en lucha
por mantenerse encinta
y finalmente ambas
se derrotan
en el fuego sagrado
inextinguible.

Arcos tensados
convertidos en acerada recta
gime la curva despistada
cuando la recta se proyecta
y somos uno
en paralelo.

¡Grandiosa apuesta¡
¡Aleluya!
Recta que cede
y se entretiene
en dos eclipses.
Curva de muerte
sufriente
constreñida a lo inefable.
Paralelaos unidos,
rectas curvadas,
curva tensada
al paróximo,
encuentros exaltados,

Geometría confundida
por el éxtasis.
Copyright © Beatriz Ojeda
Derechos reservados









¿Quién te dijo?




¿Quién te dijo?
Que no eres mi ventana
por donde el sol se asoma
por donde el sol se apaga.

¿quién te dijo?
Que no eres mi marea
por donde yo me acerco
por donde yo me alejo.

¿Quién te dijo?
Que no eres mi lucero
ese que me ilumina
la cama de deseo.

¿Quién te dijo?
Que no eres mi cabaña
donde yo te recibo
donde tú me posees.

¿Quién te dijo?
Que no eres mi santuario
donde yo me arrodillo
para encontrar mi cielo.

¿Quién te dijo?
Que no muerdo la almohada
porque no te contengo
en la red de mis besos.

¿Quién…quién te dijo?


Copyright © Beatriz Ojeda
Derechos reservados

Yo te pido..yo te daré...

Yo te pido una galaxia
donde encontrar mil estrellas,
para jugar en la noche
con los ojos del lucero.

Yo te daré mi Afrodita,
mi manjar de aventurera
y mi gozo de intervalos
harán un patio tu espera.

Yo te pido una marea
de entradas al universo.
lLameré tu miel de oro
con la espuma del océano.

Yo te daré mi asonada
de juguetones accesos
y tendrás una guirnalda
de soberano perpetuo.

Yo te pido tu caballo
fuego de sol y cometas
para que cruces mi prado
con licencia de rapsoda.

Yo te daré una alborada
de mil gritos de deseo
y subida a tu caballo
dominaré tus guerreros.

Copyright © Beatriz Ojeda
Derechos reservados

30 jun 2008

¡El día se ha salvado del diluvio!


Ojo de sirena en días de guerra,
caprichosos corales de nostalgia,
quieto mar en sabia espera
reposa su experiencia de milenios
entregado a meditar en vuelo

Armonía del mundo luz violeta
desciende en las alas de Pegaso
Gotas de paz escritas por melíferos
diluyen la revuelta del acuático.

Mirada plata del reloj de arena
ordena por minutos la marea
repican los tambores de emisarios.
¡El día se ha salvado del diluvio!
Copyright © Beatriz Ojeda
Derechos reservados

Rayuela de cristal

Una mano atravesó mi pecho,
cruzó la tierra,
fundió el dolor,
partió mi canto lírico
en cuatro versos negros.


Jugó mi niña
una rayuela de cristal
Ganó su suerte:
“el cielo”
y apostando una moneda
abrió sus manos
para encontrar de nuevo
un diamante de ilusión.

Bajó una estrella
a mis ojos apagados.
Brilló otro día
y la sorpresa de la luz
se acostumbró al milagro.