Cuadro siniestro
entradas al invierno de los vivos
estallan surtidores de avaricia
y despueblan la tierra
con sus manos manchadas de ignominia.
Somos un número en su programa
sólo un número sin corazón ni alma
máquinas de hueso y carne anestesiada
que ellos dirigen con sus chips minúsculos.
Y no sabemos nada del conducto
que proporciona informes cada instante
cada suspiro debilidad o fuerza
se registra en el ordenador vigía.
Y así vamos cayendo
desangrados
despojados
resignados
creyendo que es un karma
un castigo de Dios
una ironía de Satán
y nos quedamos quietos
caminando la vida como autómatas
¡¡¡Despierten!!!!!!!
¡No somos eso!
Hay en el alma una fuerza sin medida
En nuestra mente tormentas que se agitan
que nos liberan de sus ácaros.
No no se rindan
la Luz interna ya viene despertando
mostrando al viento a la montaña
que las campanas pueden tañer
con nuestro empeño.
Hay que inventar una manera de salvar este planeta
con una pluma
con millones de versos
que recorran los cielos
diciendo que podemos con mucho AMOR
desafinar los acordes de los déspotas.
Y no seremos no tan inocentes
Gritemos nuestro nombre y apellido
para anular de ese programa
los numeritos que despojan nuestra esencia.