TORRE DE SERPIENTES
Tienes una flor roja entre los labios,
negros como la noche sin la luna.
Negra boca de espanto y sapos viejos,
entre sus dientes crecen las espinas.
Puedes hacer caminos al infierno
de augurios y presagios tenebrosos
y si la luz te encuentra sorprendida
dibujas una torre de serpientes.
Y no te encuentras cómoda entre los niños.
Ellos te dejan sorda con sus risas,
ellos son los palacios que no quieres,
los inversos a ti , los relucientes.
Dorada luz de rayos inquietantes
se incrustan en tus ojos derritiendo
la mezquina obra de tu lengua.
No hay tiempo para ti,
los niños cristalinos te detienen.
Tienes una flor roja entre los labios,
negros como la noche sin la luna.
Negra boca de espanto y sapos viejos,
entre sus dientes crecen las espinas.
Puedes hacer caminos al infierno
de augurios y presagios tenebrosos
y si la luz te encuentra sorprendida
dibujas una torre de serpientes.
Y no te encuentras cómoda entre los niños.
Ellos te dejan sorda con sus risas,
ellos son los palacios que no quieres,
los inversos a ti , los relucientes.
Dorada luz de rayos inquietantes
se incrustan en tus ojos derritiendo
la mezquina obra de tu lengua.
No hay tiempo para ti,
los niños cristalinos te detienen.
Copyright © Beatriz Ojeda
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