Te espero a la orilla de la aurora.
“versión dueto”
Felipe Antonio Santorelli
Beatriz Ojeda
Felipe Antonio Santorelli
Beatriz Ojeda
Te espero a la orilla de la aurora
morada de una tregua imbatible,
allí donde todo es comestible
allí donde reinan fauna y flora.
Te aguardo hacia la vera del palmar,
hogar del silencio indetenible,
allí donde soy más invencible
y juego nuevamente a ser juglar.
Te espero en el umbral de la nada
morada de la fe y de la verdad,
acullá donde todo es potestad
del verso y su rima bienamada.
Te aguardo en una esquina del placer,
hogar de pasiones indecibles,
donde hay sensaciones imposibles,
lugar en que jamás podrás perder.
Ya llego, no te agites, espera...
Ya va, no te inquietes ni te vayas,
espérame tantito que ya voy.
Te busco entre los lirios despeinados,
con mi sueño de fuego
despertando luciérnagas
liberando espacios de mi freno.
Acudo a tu ribera del palmar,
recogiendo tus huellas encantadas,
Ignorando mis miedos
arrojo mis señales de alborada.
Te entrego mi fragancia de esmeralda,
quimera de mis besos púrpuras;
estarás en mi vientre enamorado
hasta que el día se agote de esperarnos.
Te encuentro en la primera sinfonía,
ingresando a tu flor de sorpresa
atrapada en tu mástil de lucero
explotaré en cristales de deseo.
Atada a tu fuente.....espero...espero
morada de una tregua imbatible,
allí donde todo es comestible
allí donde reinan fauna y flora.
Te aguardo hacia la vera del palmar,
hogar del silencio indetenible,
allí donde soy más invencible
y juego nuevamente a ser juglar.
Te espero en el umbral de la nada
morada de la fe y de la verdad,
acullá donde todo es potestad
del verso y su rima bienamada.
Te aguardo en una esquina del placer,
hogar de pasiones indecibles,
donde hay sensaciones imposibles,
lugar en que jamás podrás perder.
Ya llego, no te agites, espera...
Ya va, no te inquietes ni te vayas,
espérame tantito que ya voy.
Te busco entre los lirios despeinados,
con mi sueño de fuego
despertando luciérnagas
liberando espacios de mi freno.
Acudo a tu ribera del palmar,
recogiendo tus huellas encantadas,
Ignorando mis miedos
arrojo mis señales de alborada.
Te entrego mi fragancia de esmeralda,
quimera de mis besos púrpuras;
estarás en mi vientre enamorado
hasta que el día se agote de esperarnos.
Te encuentro en la primera sinfonía,
ingresando a tu flor de sorpresa
atrapada en tu mástil de lucero
explotaré en cristales de deseo.
Atada a tu fuente.....espero...espero
quemándome en mi hoguera
Original de Felipe Antonio Santorelli
y Beatriz Ojeda
Todos los Derechos Reservados
Copyrigth (c) 2008
y Beatriz Ojeda
Todos los Derechos Reservados
Copyrigth (c) 2008
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