Sólo tengo para darte
lo que soy y lo que he sido
no preguntes del pasado
él, está en otro camino.
Yo soy una rosa blanca
frágil, tierna conmovida
un pimpollo en la mañana
una flor que se ilumina
con tu sonrisa de estrellas
que desde lejos me envías.
La distancia no se anima
a poner fin al camino
ella cree que el espacio
no tiene ningún sentido.
El espacio que se extiende
entre tu vida y la mía
no quiere que esto se pierda
porque es cómplice mío.
Sólo tengo para darte
los sones de mis clarines
que sonarán en la aurora
anunciando que has venido.
Con las campanas al viento
compondrán la sinfonía
de dos amores que encuentran
lo que creían perdido.
lo que soy y lo que he sido
no preguntes del pasado
él, está en otro camino.
Yo soy una rosa blanca
frágil, tierna conmovida
un pimpollo en la mañana
una flor que se ilumina
con tu sonrisa de estrellas
que desde lejos me envías.
La distancia no se anima
a poner fin al camino
ella cree que el espacio
no tiene ningún sentido.
El espacio que se extiende
entre tu vida y la mía
no quiere que esto se pierda
porque es cómplice mío.
Sólo tengo para darte
los sones de mis clarines
que sonarán en la aurora
anunciando que has venido.
Con las campanas al viento
compondrán la sinfonía
de dos amores que encuentran
lo que creían perdido.
Copyright © Beatriz Ojeda
Derechos reservados.
1 comentario:
hola bea
te he leido mucho..me ha encantado este poema..tiene un dejo de nostalgia .que me llega muy profundamente..
un abrazo
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